La cabeza y la cola de la culebra
La culebra tiene dos partes, igualmente enemigas del género humano: la cabeza y la cola, y ambas han prestado grandes servicios a las parcas, hasta el punto de que antaño tuvieron luengas disputas...
View ArticleUn animal en la luna
Asegura un filósofo que nos inducen a error nuestros sentidos; sostiene otro que nunca nos engañan. Tienen razón entrambos: la filosofía está en lo cierto al decir que los sentidos son falaces cuando...
View ArticleLa muerte y el moribundo
La muerte no sorprende al verdadero sabio: éste siempre se halla dispuesto a parir, porque se previene a tiempo para el transito fatal. Este tiempo abarca todos los tiempos: no hay día, ni hora ni...
View ArticleEl zapatero remendón y el capitalista
Un zapatero remendón cantaba todo el día. Daba gusto verle, y más oírle; todo era cantar y más cantar, contento y feliz como ninguno de los siete sabios de Grecia. Su vecino, muy al contrario, aunque...
View ArticleEl león, el lobo y la zorra
Un león decrépito, paralítico, y al cabo ya de sus días, pedía un remedio para la vejez. A los reyes no se les puede decir imposible. Envió a buscar médicos entre todas las castas de animales, y de...
View ArticleEl poder de las fábulas
Al señor de Barillón (1)La jerarquía de un Embajador ¿puede rebajarse hasta escuchar vulgares cuentos? ¿Puedo atreverme a dedicaros mis pobres y humildes versos? ¿No serán tratados por vos de...
View ArticleEl hombre y la pulga
Fatigamos al cielo con votos impertinentes, sobre asuntos muchas veces indignos de él: como si la divinidad hubiese de tener puestos siempre los ojos en nosotros, y como si el último de los hombres, a...
View ArticleLas mujeres y el secreto
Nada pesa tanto como un secreto: es una carga que abruma al sexo débil: y, en esto, conozco a muchos hombres que son mujeres también.“¡Santos Cielos! ¿Qué es esto? ¡No puedo más! ¡Voy a reventar! ¡Ay!...
View ArticleEl perro que lleva la comida de su amo
Nadie tiene los ojos exentos de la tentación de la hermosura, ni libres las manos de la del oro: pocos son los que guardan un tesoro con bastante fidelidad.Llevaba un perro a casa la comida del amo,...
View ArticleEl chistoso y los pescados
Muchos buscan a los chistosos; yo huyo de ellos. El chiste es un arte que requiere, más que de otro alguno, merito superior: a los dicharacheros los hizo Dios para divertir a los tontos. Introduciré...
View ArticleEl ratón y la ostra
Un ratón. Nacido en el campo, y ligero de cascos, se cansó pronto de los domésticos lares. Dejó, pues, el bancal paterno, el grano y las gavillas, y marcho a correr el mundo.Así que estuvo fuera de su...
View ArticleEl oso y el floricultor
Un oso selvático relegado por su picara suerte a un bosque desierto, vivía, nuevo Belerofonte, a solas y escondido. Volviese loco, porque no hay cosa que trastorne la mollera más que el aislamiento....
View ArticleLos dos amigos
Allá, muy lejos en Monomotapa, había dos amigos verdaderos. Todo lo que poseían era común entre ellos. Esos son amigos; no los de nuestro país.Una noche que ambos descansaban, aprovechando la ausencia...
View ArticleLas exequias de la leona
Murió la esposa del León: todos acudieron para cumplir con el príncipe, abrumándolo con esas frases huecas de consuelo, que son un recargo al dolor. Diose aviso a todo el reino de que tal día y en tal...
View ArticleLos dos pichones
Queríanse tiernamente dos pichones, pero el uno de ellos se aburría de casa, y tuvo la insensata ocurrencia de hacer un largo viaje. Díjole el compañero: “¿Qué vas a hacer? ¿Quieres dejar a tu hermano?...
View ArticleEl colegial, el pedante y el dueño de un jardín.
Un muchacho que trascendía, a colegio, hasta el punto de apestar, pícaro a la vez y necio, por los pocos años y por la pedantería adquirida en las aulas, merodeaba en el huerto de un vecino suyo. Tenía...
View ArticleEl ratón metamorfoseado en doncella
Cayó un ratón del pico de una lechuza: yo no lo hubiese recogido; recogiolo un brahmán: no lo dificulto, porque cada país tiene usos diferentes. El ratón estaba muy magullado. De esta especie de...
View ArticleEl escultor y la estatua de Júpiter
Gustole tanto a un escultor un magnifico bloque de mármol, que al punto lo compró “¿En qué convertirá este mármol mi cincel? Se preguntó. ¿Haré de el un Dios, una mesa o una cubeta? Dios será, y ha de...
View ArticleEl loco vendiendo sabiduría
Huid siempre de los locos, es el mejor consejo que puedo daros. Abundan en la corte, y suelen gustar de ellos los príncipes, porque asestan sus tiros a los bribones y a los majaderos.Iba gritando un...
View ArticleLa ostra y los litigantes
Un día encontraron dos peregrinos en la arena de la playa una ostra que acababan de traer las olas; devorábanla con los ojos, señaláronsela con el dedo; pero al tratar con los dientes, tuvieron que...
View ArticleEl lobo y el perro flaco
Habéis visto en otra fábula que por más que hizo el pececillo, lo echaron a la sartén. Dí a entender entonces que soltar lo que tenemos en la mano, con la esperanza de atrapar mejor presa, es gran...
View ArticleNada con exceso
Nadie procede con la debida moderación: en todas las cosas hay que guardar ciertamente temperamento. ¿Lo hacemos así? No: siempre pecamos por carta de más o por carta de menos.El trigo, rico don de la...
View ArticleEl cirio
Las abejas provienen de la mansión de los Dioses. Las primeras se instalaron según cuentas, en el monte Himeto, y se saciaron allí de los dulcísimos tesoros que engendra el soplo de los céfiros. Cuando...
View ArticleJúpiter y el pasajero
¡Cuánto enriquecerían a los Dioses los peligros si nos acordásemos de las promesas que en ellos hicimos! Pero, pasado el apuro, nadie vuelve a pensar en lo ofrecido al cielo; sólo nos fijamos en lo que...
View ArticleEl gato y la zorra
El gato y la zorra, como si fueran dos santos, iban a peregrinar. Eran dos solemnes hipocritones, que de indemnizaban bien de los gastos de viaje, matando gallinas y hurtando quesos. El camino era...
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